
Cuando me di cuenta de que el castillo estaba adentro, me dispuse a observarme a mí mismo. Vi una casa llena de ojos que danzaban fantásticos bailes. Los de la derecha se movían en todas direcciones adoptando las más extrañas y aberrantes posturas. Después de unos instantes los ojos aparecieron en la frente y en las mejillas. Yo no tenía duda alguna de que me estaba observando a mí mismo, pero al mismo tiempo me aterrorizaba el tener tantos ojos. Cuando miré con mayor atención noté que mi imagen era el reflejo de un espejo y eso me tranquilizó.
Una mosca azulada volaba en el cuarto. Se acercaba a la ventana y creyéndola sin vidrio chocaba contra él. Miles de veces chocó y después de cada uno de ellos cayó «inconsciente» al suelo. Poco a poco se dio cuenta de que había algo muy misterioso que le impedía alcanzar el exterior. La mosca azulada empezó a buscar un agujero en el cuarto.
A 4.3 años luz de Alfa de Centauro, en la intersección de las líneas Grif y Son-Tawori de desdoblamiento magnético nuclear, se realiza la vigesimosexta conferencia de los pueblos del universo WZ-38H. Existe gran expectación por oír a Yun, delegado de la constelación Di-ipsi-son. Yun ha desarrollado un sistema de detección que permite localizar sistemas antientrópicos de alta integración, y además averiguar su estructura interna.
Maese Augustus hizo una pausa, no podía continuar, miró a sus hermanos y con voz emocionada dijo: «Debemos evitar que algo semejante vuelva a ocurrir, el hecho de saber que el ser humano tiene un mecanismo que bloquea una realidad cuando ésta se opone a una estructura basada en acuerdos, hará que por lo menos ninguno de nosotros se engañe…»
Una superficie plateada, móvil y llena de estrellas. Un vapor húmedo y caliente surgiendo de la frescura… un día de sol y un lago. Un volumen rojo con centro excitado, pistilos erectos, sensuales, expectantes de polen… una flor. Un sonido cambiante, armónico y puro; un canto de vida, viril y delicado, intenso e ingenuo… un ruiseñor.
Un pez dorado estaba asombrado por el vuelo de las aves. Le gustaba asomarse a la superficie del agua y ver cómo la golondrina se trasladaba por el espacio abierto al agitar sus alas. Le encantaba analizar sus movimientos y pensar que éstos le permitían alcanzar grandes velocidades. Entendía el mecanismo del vuelo… y deseaba volar.
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