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A 4.3 AÑOS LUZ DE ALFA DE CENTAURO | Relato Jacobo Grinberg

A 4.3 años luz de Alfa de Centauro, en la intersección de las líneas Grif y Son-Tawori de desdoblamiento magnético nuclear, se realiza la vigesimosexta conferencia de los pueblos del universo WZ-38H.

Existe gran expectación por oír a Yun, delegado de la constelación Di-ipsi-son.

Yun ha desarrollado un sistema de detección que permite localizar sistemas antientrópicos de alta integración, y además averiguar su estructura interna.

Yun es egresado del famoso Instituto de Investigaciones Antientrópicas de Andrómeda y como tal, siempre ha pensado que 20 mil millones es el mínimo número de elementos necesarios para lograr un mecanismo con pandeterminismo. Durante dos eones, Yun ha estado recabando información que le permita comprobar esta idea y ahora, en la vigesimosexta conferencia, se ha anunciado que presentará los informes definitivos al respecto.

Sil, presidente de la conferencia, toma la «palabra»:

«Estimados delegados de los pueblos de nuestro universo, nos hemos reunido una vez más a fin de conocer el resultado de las investigaciones acerca de la evolución de los sistemas antientrópicos. Desde el descubrimiento del gran Gardielli, nos hemos reunido eonalmente durante 26 eones a fin de determinar cuáles son las características de esos sistemas.»

Hemos llegado a la conclusión de que los sistemas antientrópicos evolucionan a partir del momento en que una estructura se vuelve lo bastante compleja como para avanzar desde un determinismo absoluto a un autodeterminismo y de allí a un estado que hemos denominado pandeterminismo, donde el sistema no sólo es capaz de fijar sus leyes sino también de cambiar las relaciones entrópicas del universo circundante. El estado de pandeterminismo ocurre cuando un sistema es capaz de representarse el universo, siendo esta representación lo suficientemente exacta y segura como para ser más real que lo que la rodea.

» Las investigaciones realizadas hasta la fecha han indicado que existe un paso abrupto entre el auto y el pandeterminismo, y que un sistema pertenece a una u otra categoría.

» El día de hoy, Yun nos presentará datos que señalan la existencia de un estado intermedio que posee características muy especiales; pero, será mejor que nos lo explique el propio Yun…».

Las esferas energetizadas cambiaron de tonalidad, lo cual significaba que un estado de expectación había sido provocado por las palabras del presidente.

Yun ordenó sus pensamientos y empezó a transmitirlos. Cada uno de los delegados comenzó a seguir las experiencias de Yun como si fueran propias. Primero les hizo ver el mecanismo del detector de antientropías, luego todos los pasos de su desarrollo y los problemas de su construcción. Fue como si hubieran vivido lo mismo que vivió Yun; todos admiraban la técnica de presentación que utilizaba. Si bien era cierto que como sistemas pandeterminados todos podían transmitir experiencias, la perfección en el dominio de esta técnica era inigualable en Yun.

Según explicó Yun, el detector de antientropía se basaba en el principio de la holografía trasmolecular y estaba acoplado a un cañón mesónico de detección que barría una porción del espacio y localizaba cualquier punto que mostrará una organización molecular autoestable.

La mayoría de las detecciones revelaban sistemas menores a los 5 mil millones de elementos y éstos quedaban catalogados como antientrópicos de clase I, o sea, sin autodeterminismo. En el barrido número 256 000 se había localizado un sistema de 12 mil millones de elementos, caso único que permitiría probar la hipótesis de que 20 mil millones era el límite inferior del pandeterminismo. A partir de ese descubrimiento, Yun dedicó toda su atención a establecer las características de tan singular sistema.

Lo primero que observó fue que el sistema se mantenía activado por una compleja infraestructura energetizadora que lo oxigenaba y alimentaba.

Después se dio cuenta de que el sistema y su infraestructura permanecían activos durante un tiempo ridículo que correspondía a entre 80 y 100 orbitales del planeta que los sostenía. El sistema sólo se podía comunicar a través de alteraciones en la presión de la atmósfera que lo envolvía y sólo se podía trasladar de un punto a otro activando ciertas prolongaciones de su infraestructura. Tanto las alteraciones en la presión atmosférica como la activación de las prolongaciones se regían por una serie de reglas establecidas por una comunidad de sistemas.

Definitivamente no había señales de pandeterminismo y apenas algún signo de autodeterminismo, sin embargo, en ocasiones el sistema actuaba como si poseyera ambos. Esto intrigaba sobremanera a Yun, no podía entender a qué se debían las fluctuaciones que estaba detectando.

Decidió hacer un estudio profundo del sistema en diferentes etapas de su desarrollo. Para ello localizó primero un sistema de Va de orbital de vida y recorrió todas sus experiencias. Yun resumió los datos obtenidos, en la siguiente forma:

«Las primeras etapas de desarrollo de este sistema se caracterizan por un continuo crecimiento de circuitos que establecen conexiones entre los elementos que lo constituyen. Los circuitos y sus conexiones alcanzan un grado autoestable entre el primero y el tercer orbital de vida. Las particularidades de los circuitos permiten una representación interna del universo inmediato y aun un germen de pandeterminismo, sin embargo, éste no se desarrolla. Las razones de esta falta de desarrollo resultan del énfasis que estos sistemas otorgan el mantenimiento de un determinismo social».

En ese punto Yun percibió un dejo de duda entre los delegados, decidió transmitir una escena detectada recientemente, que ejemplificaba y daba valor a la conclusión anterior.

Apareció entonces una visión fantástica y nunca antes vista: un lugar encerrado por bloques rectangulares, y en el centro una especie de cajón rodeado de barrotes. Dentro del cajón había una forma alargada con cinco prolongaciones; cuatro de ellas terminaban en cinco tentáculos y la otra tenía forma esférica. En la esfera se hallaban incrustadas dos formas ovales lateralizadas y tres cavidades frontales, además una excrecencia central en cuya porción inferior se notaban dos pequeños orificios.

Lo más extraño de todo es que en la porción superior de la esfera sobresalía un número extraordinariamente grande de delgados tentáculos que cambiaban de lugar cuando aquella forma rosada, elástica y caliente cambiaba de posición.

La iluminación de aquel lugar era tenue, y la forma se movía continuamente. En determinado instante la cavidad frontal inferior empezó a contraerse y, como resultado de este movimiento, empezaron a notarse complejos cambios en la posición de las moléculas que la rodeaban…

Eva, la madre del niño, oyó que su hijo hablaba en sueños, decidió levantarse de la cama para ir a ver qué sucedía; José, su marido, empezó a disgustarse por los ruidos que hacía la mujer, pero ésta le hizo callar con un rápido y demandante movimiento de brazos. Eran las tres de la mañana y afuera lloviznaba; Eva se cubrió con un chal y se acercó a la cuna en donde estaba su hijo. Éste, completamente despierto, le contó a su madre:

—Mami, el oso era muy grande y volaba en el aire, estaba buscando a su hijito que se había perdido en el bosque y de repente apareció un águila que se lo quería comer…

Mientras el niño hablaba, Eva pensaba preocupada: «todas las noches sucede lo mismo, por más que le he explicado que esas cosas que ve son sólo sueños y por lo mismo no tienen realidad, él no entiende, tengo que hacer algo drástico, de otra manera jamás podremos dormir a gusto».

Eva encendió la luz y buscó un libro de estampas, lo abrió en la imagen de un oso y la mostró a su hijo:

—Mira, esto es un oso, pero no es un oso de verdad, es sólo un oso pintado, no existe, es sólo un dibujo. El oso que viste tampoco es real, es como este dibujo, sólo existe en tu cabecita cuando sueñas, no es como los osos del zoológico, ellos sí son reales, los otros sólo te los imaginas.

El niño miraba a su madre con los ojos muy abiertos y, con una expresión de asombro repetía:

—Los osos del cuaderno y los osos de la noche no son verdaderos; sólo los osos del zoológico son reales.

La madre continuó:

—Tu papá y yo necesitamos dormir bien porque trabajamos mucho durante el día y tú, con tus cosas, no nos dejas descansar. Si vuelves a despertarte en la noche imaginándote tonterías, lo único que vas a lograr es que nos enojemos y te dejemos de querer.

Diciendo esto, Eva salió del cuarto.

Juanito no podía entender, estaba seguro de que el oso que había visto era tan verdadero como el del zoológico pero… si su madre decía que no lo era, y si además lo iban a dejar de querer…

«Los osos del cuaderno y los osos de la noche no son de verdad, sólo los osos del zoológico son reales».

Yun desconectó la imagen, se sentía inquieto y empezó a transmitir:

«Cuando detectamos por primera vez esta experiencia creíamos que había alguna falla técnica, no eran posibles tanta ceguera y tal egoísmo. Un sistema de 12 mil millones de elementos debería ser más inteligente y por lo menos reconocer el camino de su evolución, impulsándolo y nunca inhibiéndolo… era absurdo e inconcebible, pero no era ninguna falla técnica, el detector se revisó una docena de veces y todo funcionaba a la perfección. La única conclusión posible es que el sistema estudiado poseía la capacidad de representación interna y por tanto estaba muy cerca del pandeterminismo; sin embargo, esta capacidad no era alentada sino, por el contrario, inhibida».

Y transmitió esta conclusión:

«Los efectos de esta inhibición son múltiples; los sistemas en desarrollo, sometidos a tratamientos similares comienzan a perder su capacidad de representarse el universo y además, pierden su autodeterminismo al dejar de confiar en la existencia de una realidad interna y tener que someterse al juicio de realidad dado por el otro sistema». Yun conectó nuevamente el transmisor de experiencias: apareció un espacio rodeado de bloques rectangulares, aunque mayor que el de la visión anterior.

Multitud de formas se hallaban cubriendo la base del espacio y parecían estar dobladas por su mitad y apoyadas sobre ciertas estructuras delgadas de forma oval.

Enfrente de ellas una forma mayor contraía su cavidad frontal inferior:

«Estimados colegas, la sociedad psiquiátrica internacional se honra con su presencia. El día de hoy serán presentados dos casos dignos de atención. El primero: un niño de seis años con síntomas claros de esquizofrenia…».

Juanito se retorcía en su cama, en la mañana había ido a su escuela y durante la clase de actividades estéticas había empezado el terrible dolor de cabeza y las náuseas…

Juanito miró a sus compañeros y después al maestro, a quien dijo casi llorando:

—No puedo imaginármelo, no es real.

El maestro, enfadado, repitió por enésima vez:

—Lo único que quiero que hagas es que te imagines un oso volando y que después lo pintes en el pizarrón.

—No puedo, no puedo, no puedo…

El maestro sentía que estaba a punto de explotar; como nunca había visto tal terquedad, decidió que ésta se corregiría con un castigo.

—Lo que sucede es que no quieres, eres un niño mal educado y estúpido; como castigo, quiero que escribas cien veces lo siguiente: «Los niños deben portarse bien, deben obedecer a sus mayores, pues ellos saben lo que está bien y lo que está mal…».

Yun desconectó la imagen. Era la máxima incongruencia y todos así lo sentían. No podían entender cómo un sistema de 12 mil millones de elementos podía caer en tales contradicciones.

Sil empezó a transmitir una pregunta: «¿Cuál es el segundo caso?».

Yun miró a los ojos de Sil, los dos habían recibido la noche anterior el tratamiento electroconvulsivo de costumbre: como siempre, sólo había quedado esa sensación de opresión, y las terribles ganas de llorar.

Trataron de hablar, pero no pudieron, era algo oscuro, impreciso, vacío…  se miraron…

A 4.3 años luz de Alfa de Centauro, dos psiquiatras charlaban en un café:

—¿Sabes?, me siento muy orgulloso, el nuevo método de terapia electroconvulsiva está dando muy buenos resultados.

—Sí, ya lo he notado, tus pacientes parecen estar más tranquilos.

—Si todo sigue bien, dentro de poco tiempo podrán volver a ser productivos…

Información extraída del Libro Retorno a la luz, La cualidad de la experiencia es conciencia, cuando ves una luz en la cualidad luminosa está la conciencia, la luz no existe ni afuera ni adentro, no existe como fenómeno físico en el espacio, lo que existen son una serie de ondas electromagnéticas o cambios fotónicos, tampoco existe la luz en la actividad cerebral, como luz en esa cualidad perceptual es conciencia.

Jacobo Grinberg

Jacobo Grinberg

NEUROFISIÓLOGO Y PSICÓLOGO

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La fuerza creativa del amor por Jacobo Grinberg

A lo largo de nuestras vidas adquirimos mucho conocimiento, pero la mayor parte de ese conocimiento esta enfocado a un mundo material para tratar de construir una vida plenamente feliz y estable en esta sociedad que hemos construido en la actualidad. Pero en el proceso de esa construcción se ha perdido otros valores que son esenciales para la vida y que han estado presentes desde el inicio de todo esto que podemos comprender. Existen fuerzas en la naturaleza que cohesionan y hacen crecer y otras que repelen y desorganizan. De su sutil equilibrio depende toda nuestra existencia. El neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg asegura que el amor, la fuerza que unifica y crea, está en retroceso. De nuestro trabajo interior depende que ese equilibrio se mantenga.

La fuerza que lo inicio todo

Desde el origen del universo, una fuerza primordial se ha manifestado dándole dirección a la evolución. A partir de las primeras partículas elementales, la acción de esa fuerza ha provocado una unificación cuyo principio fue la creación del primer átomo, el de hidrógeno, producto de la unión dinámica de un protón y un electrón, y su resultante final: conocido, el cuerpo humano, cúspide de la unificación y complejificación tal y como Teilhard de Chardin llamó al proceso direccional de la tendencia de la energía evolutiva.

«A nivel elemental, esa fuerza se denomina gravitación o fuerza de atracción electromagnética o fuerza de interacción débil o fuerte. Al nivel de la experiencia humana, esa fuerza se denomina amor. Pero esa no es la única fuerza que actúa en el universo. Existe otra, de dirección contraria, la cual en lugar de unir, separa.»

Dr. Jacobo Grinberg – Neurofisiólogo y Psicólogo Tweet

Si sólo existiera una de ellas, la unitiva, todo se colapsaría en una unidad amorfa. Si la repulsiva, el universo se dispersaría después de explotar en mil pedazos. A nivel humano, también se requiere un equilibrio entre dos fuerzas, la del amor y la de la individualización. 

La existencia de una sola de ellas terminaría por hacernos unos con los otros (en el caso del amor sin individualización) o absolutamente egoístas (en el caso de la individualización sin amor). Ambas permiten la riqueza de variedad junto con el sentimiento de unión. Su adecuado equilibrio es la madurez, su desequilibrio (hacia cualquiera de ambas polaridades) sería la catástrofe.

El Desequilibrio

La realidad es holográfica y lo que sucede a nivel planetario es un reflejo y es reflejado a nivel individual. Vivimos, como planeta, en un desequilibrio provocado por un exceso de la fuerza de separación. Esta se manifiesta en múltiples formas, siendo la más grave la guerra. 

Hemos llevado hasta un extremo absurdo el proceso de individualización trasponiendo el límite de su función natural, llegando al egoísmo sin amor. Nos hemos apartado de la fuerza directriz del universo y las consecuencias de este desequilibrio son la muerte y la destrucción que están azotando actualmente el planeta. Es necesario volver al equilibrio y aplicar un contrapeso a esta polarización planetaria.

El Observador

El acto de observar es uno de los más misteriosos acontecimientos. Durante la observación todos los contenidos observables sufren una unificación. Los límites de la observación son desconocidos, puesto que cambian por el entrenamiento. Presumiblemente, si éste es adecuado y profundo, estos límites sufren una expansión que permite unificar los procesos cognitivos, los acontecimientos orgánicos, los procesamientos emocionales, los sonidos e imágenes del entorno, etc.

Es decir, al observar unificamos todo lo observable en el acto de testificación. Puesto que lo observable puede ampliarse, la capacidad de unificación parecería no tener límite conocido. Por todo lo anterior, no es extraño que esta operación de percatación dé como resultado la experiencia y el estado de la conciencia de sí. 

La conciencia de sí se produce cuando ocurre una unificación lo suficientemente poderosa como para interconectar al sujeto de la experiencia con la fuerza unificadora de la evolución. En este portentoso acto de poder, la fuerza del amor es activada.

La Meditación

Meditar, cuando se hace correctamente, llena de amor a quien lo hace precisamente por la misma razón. Cuando se medita en forma adecuada, se activa el proceso de unificación y esta puesta en marcha deeste proceso actúa como un atractor de la fuerza de unificación universal. La conexión con esta fuerza se experimenta como amor.

Pero la conexión con la fuerza de unificación no solamente se produce en una dirección. El sujeto que medita y que por lo tanto unifica en observación, funciona en forma activa no solamente recibiendo la fuerza del amor, sino también otorgándola. Reproduce en su microcosmos la misma corriente cósmica de poder unificador y con ello se convierte en una especie de generador de la misma, alimentando al universo con ella.

Restablecer el Equilibrio

En ningún momento de la historia contemporánea ha sido más urgente restablecer el equilibrio perdido. La fuerza de dispersión egoísta se encuentra exaltada y domina a la de unificación.

Los brazos de la balanza se encuentran en desequilibrio y a punto de salirse de su eje. Se requiere alimentar de amor al cosmos y la técnica de unificación a través de la meditación es una de las más poderosas herramientas para lograrlo. 

El uso de esta herramienta implica el logro de una observación ecuánime y simultánea de un número cada vez mayor de componentes de la experiencia tanto corporales (sensaciones táctiles, pensamientos, emociones, etc.) como extracorpóreos (eventos y acontecimientos del entorno).

De la Conciencia de sí a la Conciencia de unidad

Cuando la observación ecuánime y simultánea de un número suficiente de experiencias es lograda, se activa la conciencia de sí, la cual constituye un primer nivel de unificación, en ella se recupera el sí mismo y se le matiza de amor. Se produce aquí un primer contacto con la fuerza unificadora universal. 

Pero si se continúan añadiendo contenidos de observación al observador consciente, el contacto con la fuerza unificadora se fortalece y llega un momento en el cual la conciencia de sí se transforma en conciencia de unidad. Aquí, el sujeto de la experiencia ya no establece un contacto con la fuerza del amor, sino que se convierte íntegramente en ella; desaparece el observador separado de lo observado para dar lugar a una unión.

Amor

Nuestra verdadera herencia es el amor. Somos el producto más acabado de la fuerza de unificación y nuestro cuerpo es una obra de arte de equilibrio y organización de miles de millones de elementos conjugados en una unidad integrada. Nunca hubiera sido posible llegar a la unidad orgánica de no haber existido una fuerza de unificación en el universo, la cual se comenzó a manifestar desde su creación misma en la explosión primigenia del Bing-Bang. 

Antes de la creación del cosmos todo era unidad perfecta sin diferenciaciones ni divisiones. La creación del espacio, del tiempo y la materia activó un proceso de diferenciación y distanciamiento de unidades dispersas. Sin embargo, algo misterioso en el espacio-tiempo decidió retornar al origen, pero con la ganancia de la conciencia de sí y la creación de un universo millonario en manifestaciones. La fuerza del amor se introdujo al cosmos y ella es la que nos hace ser lo que somos.

La Fuerza del Amor

Nada es más poderoso que ella. Todo sucumbe ante su fascinación porque ella representa lo que siempre ha existido aún desde antes de la creacióndel universo. La mejor forma de vencer es amando. Quien haya ejercido ese derecho sabe a lo que me refiero. El miedo desaparece cuando se le ama. Lo mismo acontece con la confusión o aún con el odio. Todo sucumbe ante la fuerza del amor y se transforma en este. Nada hay más urgente, en la actualidad, que aprender a utilizar esa fuerza. De hecho, la misma supervivencia del planeta depende de nuestra capacidad para engrandecernos en amor.

La Fuerza de Atracción Equilibrio

Observar y amar. Se puede observar sin amar pero no es posible amar sin observar. Para observar sólo se requiere recordar que es posible observar. Pero para amar no es suficiente el recuerdo, es necesario además conectarse primero en uno mismo. Para amar primero se requiere estar en la conciencia de sí y para ello, como se dijo antes, se necesita meditar unificando en la observación lo observado. Recordar que se puede observar es recordar que uno se encuentra, siempre, más allá de toda identidad.

Supongamos que estoy confuso o que tengo miedo. Si recuerdo que puedo observar mi confusión o mi miedo y lo hago, me coloco en la conciencia de sí, ya no identificado con la confusión o el miedo sino percatándome de su existencia. Aquel que se percata, testifica u observa, se encuentra siempre más allá de lo testificado y más cerca de sí mismo, es decir, en la conciencia de sí desde la cual ya no existe identificación con los eventos o las emociones.

A partir de la conciencia de sí surge el amor porque no es posible amar en identificación, sino a partir de un sí mismo sano. La conciencia de sí no es el ego por la sencilla razón de que el ego se puede observar desde la conciencia de sí. El ego es identidad mientras que el sí-mismo es amor. Desde el ego no se puede amar, sólo poseer. 

Desde la conciencia de sí no se puede poseer, sólo amar. El observador no puede observar, el que afirma lo contrario confunde una identidad o un contenido de la experiencia con el observador. Por lo tanto, no existen cadenas infinitas de observadores sino sólo uno. Se comprende aquí que la tendencia a la unificación posee dirección y la razón que permite afirmar que el observador es el guía de esta dirección. 

La razón es simple; el observador siempre se encuentra en el siguiente eslabón y el siguiente eslabón al conquistarse se convierte en un contenido de observación del siguiente eslabón. 

Cada paso se unifica en el siguiente y la observación, además de poseer dirección, magnifica la totalidad unificada. En esta dirección de unificación cada paso activa otra cualidad de la experiencia, la que es impredecible a partir del eslabón previo. En cierto momento se traspasa un umbral y la conciencia de sí se convierte en conciencia de unidad.

En la conciencia de unidad, el yo pierde límites y se expande hasta el grado en el cual el conocimiento, el conocedor y lo conocido se vuelven lo mismo. Al conocerse a sí mismo, el sujeto conoce todo puesto que todo acontece dentro de sí. 

No existe aquí lo interno separado de lo externo ni el observador diferente de lo observado. La experiencia con respecto al mundo es que uno mismo es el mundo en una unión extraña en la que no hay simbiosis pero tampoco separación. 

Allí se comprende que «la imagen se ve a sí misma» y simultáneamente uno existe como individuo. Todo en la vivencia de unión es amor y todo es Uno.

Jacobo Grinberg

Jacobo Grinberg

NEUROFISIÓLOGO Y PSICÓLOGO

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Esteganografía: Los secretos del ABAD TRITEMO

Abad Tritemo, nace el 2 de febrero de 1462 en Tritthenheim. Ingresa en la célebre Universidad de Heidelberg en 1480. Consigue un certificado de pobreza, gracias al cual puede estudiar gratuitamente. Funda, con Juan de Dalberg y Rodolfo Huesmann, una sociedad secreta para el estudio de la astrología, la magia de los números, las lenguas y las matemáticas. Sus miembros adoptan seudónimos. Juan de Dalberg se convierte en Juan Camerarius; Rodolfo Huesmann, en Rodolfo Agrícola, y Juan de Heidenberg, en Juan Tritemo.

En general, los seudónimos no se eligen al azar; pero no conocemos la razón de la elección de Juan Tritemo, salvo que el número tres figura ostensiblemente en el seudónimo. La propia sociedad adoptará un nombre secreto muy significativo: Sodalitis Céltica, o sea, Cofradía Céltica. El judío Pablo Ricci se une a los primeros miembros y les enseña la cábala. El 2 de febrero de 1482, día de su vigésimo cumpleaños, Juan Tritemo entra en religión, con los benedictinos del monasterio de San Martín de Spanheim. Más tarde, será abad de Spanheim y, luego, de Wurzburgo. Su piedad cristiana parece estar fuera de toda duda.

Es ella la que le protegerá de ciertas tentaciones, cuando se interese por la alquimia y la magia. Este afán parece haber sido el de un científico desinteresado, que no busca riquezas ni poder personal. Tritemo reunió en el monasterio de San Martín la biblioteca más rica de Alemania, compuesta esencialmente de manuscritos. No le gustaban los libros impresos, recién inventados, que le parecían vulgares. Esta biblioteca, formada a sus expensas, le costó más de 1.500 ducados de oro.

Mientras realiza su obra de erudito y de historiador, continúa sus investigaciones. Unas investigaciones muy extrañas. Unas investigaciones sobre las que cometió el error de escribir cartas imprudentes a personas indiscretas o envidiosas, que se vengaron de él y le perjudicaron.

La investigación de Abad Tritemo

Tales investigaciones se referían a un procedimiento para hipnotizar a personas a distancia, por telepatía, con ayuda de ciertas manipulaciones del lenguaje. La lingüística, las matemáticas, la kabbalah y la parapsicología se mezclaban extrañamente en sus trabajos. La obra en ocho volúmenes que reunía el resultado de sus estudios y que contenía, por ende, los secretos de un poder increíble, se titulaba Esteganografía. El manuscrito completo de esta obra fue desunido por el fuego, por orden del elector Felipe, conde Palatino Felipe II, que lo había encontrado en la biblioteca de su padre y se había sentido aterrorizado.

No se conservo ningún ejemplar completo de este libro. Hay que insistir en esto: el manuscrito original, que contenía la clave de poderes extraordinarios, fue destruido. No existe ninguna copia. El doctor Armitage, que, en la novela La abominación de Dunwich, de Lovecraft, emplea unos manuscritos para descifrar antiguos códigos cifrados, fue inventado por Lovecraft, quien no creía en absoluto que su protagonista pudiese haber tenido realidad histórica, y que, desde luego, no pudo hojear la Esteganografía más que otro cualquiera.

¿Qué había en esta Esteganografía?

Citemos, ante todo, algunas declaraciones del propio Tritemo: «Un día de este año de 1499, después de haber soñado durante largo tiempo en el descubrimiento de profundos arcanos, y persuadido al fin de que lo que buscaba era imposible, me fui a la cama, un poco avergonzado de haber llevado mi locura al extremo de intentar lo imposible.

Durante la noche (en sueños), alguien se me apareció, llamándome por mi nombre: Tritemo, me dijo, no creas que todos tus pensamientos han sido vanos. Aunque las cosas que buscas no son posibles, ni para ti ni para hombre alguno, llegará un día en que lo serán.»

—Decidme, pues —le respondí—: ¿Qué hay que hacer para triunfar?

«Entonces me reveló todo el misterio y me mostró que nada era más sencillo.» Después, Tritemo pone manos a la obra, y he aquí lo que descubre, también según su propio relato: «Puedo aseguraros que esta obra, en la que enseño numerosos secretos y misterios poco conocidos, parecerá a todos, incluso a los más ignorantes, que contiene cosas sobrehumanas, admirables e increíbles, habida cuenta de que nadie ha escrito o hablado de ellas antes que yo.»

«EI primer libro contiene y enseña más de cien maneras de escribir secretamente y sin el menor temor todo lo que se desee, en cualquier lengua conocida, sin que nadie pueda sospechar su significado, y esto sin metátesis ni transposición de letras, y también sin miedo ni recelo de que el secreto pueda ser nunca conocido por persona diferente de aquella a quien, cabalísticamente, haya enseñado yo esta ciencia, o de aquella a quien mi binario la haya a su vez transmitido cabalísticamente. Como todas las frases y palabras empleadas son sencillas y conocidas, y no provocan la menor desconfianza, no habrá nadie, por experimentado que sea, que pueda descubrir por sí solo mi secreto, lo cual parecerá admirable a todos e imposible a los ignorantes.»

«En el segundo libró, trataré de cosas aun más maravillosas, relacionadas con Ciertos medios merced a los cuales puedo, de un modo seguro, imponer mi voluntad a quienquiera que capte el sentido de mí ciencia, por muy lejos que esté, incluso a más de cien leguas de mí, y esto sin que se me pueda acusar de haber empleado signos, cifras o caracteres de clase alguna, y si
me valgo de un mensajero y éste es apresado en el camino, ninguna súplica, amenaza o promesa, y ni siquiera la violencia, podrán inducir a este mensajero a revelar mi secreto, pues no tendrá conocimiento de él; y ésta es la razón de que nadie, por experto que sea, pueda descubrir el secreto.»

«Todas estas cosas puedo hacerlas fácilmente, cuando me plazca, sin ayuda de mensajero ni de nadie, incluso con un preso encerrado en las mayores profundidades y bajo una guardia vigilante.»

Revelando secretos

Tritemo cometió también el error de mostrarse demasiado racionalista para su época y, sobre todo, de atacar la astrología, he aquí lo que dice de ella:

«¡Atrás, hombres temerarios, hombres vanos y astrólogos embusteros, que engañáis a las inteligencias y os ocupáis de frivolidades! Pues la disposición de las estrellas no tiene ninguna influencia sobre el alma inmortal, ninguna acción sobre la ciencia natural; no tiene nada que ver con la sabiduría superceleste, pues el cuerpo sólo puede tener poder sobre el mismo cuerpo. El espíritu es libre y no está sometido a las estrellas, no absorbe sus influencias ni sigue sus movimientos, sino que sólo está en comunicación con el principio superceleste que lo creó y que lo hizo fecundo.»

 

En esta observación, como en muchas otras cartas y escritos de Tritemo, se manifiesta una mentalidad absolutamente racionalista. Lo que él llama magia natural es lo que nosotros llamamos técnica.

Se le atribuyen libros sobre la piedra filosofal. Esto no está demostrado. Los libros de Tritemo fueron prolijamente comentados por el alquimista inglés George Ripley, que escribió: «Suplico a los que saben, que no publiquen.»

Después de su muerte, se pretendió que el abad Tritemo practicaba la magia negra. Uno de los jesuitas más severos de la Inquisición, Del Río, se preguntará por qué la Esteganografía, que, sin embargo, sólo circulaba en forma de notas incompletas, no había sido incluida entre los libros prohibidos y censurados. En una palabra, entre los libros que son objeto de mi ensayo. 

Hubo que esperar a 1610, para que se publicase en Frankfurt, por Malinas Becker, la primera edición de lo que quedaba de la Esteganografía. Lleva la indicación de «con privilegio y permiso de los Superiores», pero no figura en ella el imprimatur. Lo cual hace que podamos preguntarnos de qué Superiores se trataba.

El libro contiene un prólogo, que desaparecerá después, en el que figura esta curiosa frase: «Pero tal vez alguien objetará: si quieres que esta ciencia permanezca oculta, ¿por qué has querido revelar el sentido de los textos en cuestión?

«Te responderé que lo hice para que se beneficiasen de estos excelentes principios ciertos grupos de personas a los que pertenezco, a fin de librarlos de múltiples peligros, y de ponerlos al abrigo de ciertos accidentes fortuitos.»

Es un punto de vista perfectamente razonable. Pero el libro, incluso expurgado, parecía aún demasiado peligroso. Por consiguiente, esta edición, por incompleta que fuese, fue incluida en el índice por la Congregación del Santo Oficio, en 7 de setiembre de 1609. Esta prohibición duraría hasta el año 1930.

En 1616, se publicó una defensa del abad Tritemo por el abad Cigisemón, del monasterio benedictino de Ceón, Baviera. En 1621, aparece una nueva edición, reducida. Lleva igualmente la mención de «con el permiso y el acuerdo de los Superiores». Evidentemente, esta vez no puede tratarse de superiores eclesiásticos, puesto que la obra figura en el índice desde 1609. ¿Quiénes son, pues, estos misteriosos Superiores?

Existe, en las bibliotecas, cierto número de estas ediciones. En ellas se encuentra, sobre todo, una teoría general de las claves de transposición, tal como se emplean, todavía en nuestros días, en la diplomacia y el espionaje.

Los Aranceles de EEUU: ¿Protección o Problema? Así están sacudiendo la economía Global

El telescopio James Webb se empezó a diseñar hace más de dos décadas atrás para responder a una sola pregunta, sobre el origen del Universo: ¿Cómo nacieron las primeras estrellas?. El Telescopio espacial James Webb busca captar la luz que ha estado viajando más de 13.5 mil millones de años, para poder retratar a las primeras estrellas y galaxias que se formaron en el universo. En ese punto el universo era opaco, por tanto se espera que el telescopio James Webb sea capaz de mirar el nacimiento de la luz, tal cual como la conocemos desde el origen del universo.

La creación de la experiencia por Jacobo Grinberg

El estudio fisiológico del cerebro comparte una creencia con su contrapartida filosófica: la convicción de que el mundo exterior es una descripción basada en procesos y operaciones que tienen lugar en nuestro interior. Aunque existan diferencias metodológicas, tanto la fisiología como la filosofía plantean las mismas preguntas y llegan a la misma conclusión. Al leer a Spinoza y su convicción de que el universo en su conjunto es una unidad, no podemos hacer menos que preguntarnos cuál es la diferencia real entre sus pensamientos y los planteamientos actuales que consideran al cerebro como una unidad compuesta de estrellas neuronales. O, por tomar otro ejemplo, los análisis de Berkeley sobre el fenómeno de la percepción basado en las ideas y el moderno postulado fisiológico que explica la experiencia perceptual según la activación de patrones neuronales de respuesta.

El concepto y la vivencia de la Iluminación por Jacobo Grinberg

Los seres humanos que hemos tenido la suerte y el privilegio de vivir los últimos decenios del siglo XX asistimos a un espectáculo maravilloso en el cual todas las tradiciones místicas, que durante siglos guardaron sus técnicas y descubrimientos ocultos, súbitamente han decidido exponerlos a la luz pública. La conciencia colectiva parecería haber alcanzado un nivel de madurez suficiente como para merecer tales «regalos» o estar en tal peligro de perder su esencia y con tanta necesidad de recuperarla que el «Espíritu» decidió romper todo bloqueo, obligando a sus más excelsos representantes a perder su timidez y consideraciones exclusivistas.

¿Qué es la visión extraocular? El estudio que demuestra que es posible visualizar objetos sin la vista.

La visión extraocular es uno de los métodos para ver sin los ojos que tiene como finalidad modificar o eliminar los patrones limitadores adquiridos a lo largo de toda la existencia de una persona y que la bloquean, a nivel cognitivo, emocional o social, y que no la permiten avanzar en su vida personal. El estudio se realizó con una veintena de niños los cuales permitieron obtener los siguientes resultados.

Las Piedras del Hambre: ¿Tiempos difíciles se avecinan?

Una intensa sequía está reduciendo los ríos en toda Europa , revelando piedras talladas hace siglos para dar a las generaciones futuras una advertencia de los tiempos difíciles que se avecinan. El Miami Herald informó que los lugareños dijeron que las rocas de siglos de antigüedad, conocidas como «piedras del hambre», reaparecieron la semana pasada cuando los ríos en Europa se secaron debido a las condiciones de sequía. Una de esas piedras se encuentra a orillas del río Elba, que comienza en la República Checa y atraviesa Alemania.

El aprendizaje es el pasaporte hacia el crecimiento personal y el descubrimiento de nuevas posibilidades. ¡Abre tu mente, desafía tus límites y permítete florecer en el maravilloso mundo del conocimiento!

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